miércoles, 22 de julio de 2009

ALCALDE DE TUCUPITA PIERDE LOS ESTRIBOS

Hoy nos vimos compelidos a responder al Alcalde de Tucupita, quien, al parecer la iniciativa de denunciar públicamente los graves problemas del Delta utilizando para ello las herramientas que el avance científico-tecnológico pone a nuestra disposición, lo irrita tremendamente, y esa molestia lo lleva a perder la sindérisis que todo servidor público debe tener. Lea bien señor Alcalde, sindéresis, ecuanimidad, consciencia, seriedad.
Señor Alcalde, gracias por darnos la oportunidad de insertarnos en la atención del pueblo deltano, lástima que no fue por su buena disposición de atender los graves problemas del pueblo de Tucupita, lamentablemente, sino por la cantidad de DISPARATES que usted dijo en la emisora de radio. Fijese que nosostros solamente hacemos referencias a su gestion como Alcalde de Tucupita y a los graves problemas del pueblo, y jamás mencionamos a su arbol genealógico, porque respeto profundamente la gran familia deltana, y de la mía me siento orgullosísimo, así haga arepas para vender para que el suscrito pudiera forjarse una profesión universitaria que le permita no estar arrodillado ante la dictadura de Hugo Chávez, como lo está usted y sus mujeres, tal como lo afirmó.
Me siento honrado de tener una madre luchadora. Señor Alcalde, soy un ejemplo genuino del mayor éxito de la Cuarta República: el hecho que ciudadanos humildes, por el esfuerzo de sus padres y la oportunidad histórica del sistema democrático, produjo la gran MOVILIDAD SOCIAL, que en mi caso y en usted se dio, porque usted viene del seno de una familia muy humilde, no se olvide de eso, y esa movilidad social permitió que usted y yo ganáramos un espacio en la sociedad venezolana, cada quien en lo que mejor hace.
Señor Alcalde no olvide esto: soy venezolano y deltano, independientemente donde me encuentre, además que mi localización geográfica no menoscaba mis derechos de luchar por una vida mejor del pueblo deltano, al que usted engaña, porque usted es parte DE UN GRAN FIASCO NACIONAL, que tarde o temprano este país colocará en su justo lugar.
Usted en la mañana de hoy 22 de julio de 2009 quedó muy mal parado ante la opinión pública deltana, al punto que el médico Mario Abchi urgido llamó para recomendarle serenidad porque su espectáculo fue tan lamentable, tan carente de ideas, tan marginal, de una pobreza intelectual, que el suscrito estalló en carcajadas porque no había nada que discutir frente a su iracundia. De ser así y visto su fácil irritación, le auguro una próxima derrota electoral.
NUESTRA LUCHA CONTINUA DE MANERA DECIDIDA Y FRENTE A TODOS LOS OBSTACULOS!!!

1 comentario:

JEALMAGO dijo...

excelente comentario