EL HAMPA AZOTA A LOS DELTANOS

Ante la mirada impertérrita de las autoridades regionales y municipales, el hampa hace estrago en los hogares y el comercio deltano, aunado a la aparición de nuevas manifestaciones de delitos, nunca antes vistos en la geografía deltana, como el secuestro, el sicariato, etc, y la profundización de los de siempre, ampliamente conocidos, como el tráfico de drogas, estafas, apuestas ilegales, abigeatos, etc,etc.

Es rídicula la acción de la policía estadal de colocar alcabalas en las esquinas cuando todo el mundo sabe que los delincuentes no caen en ese tipo de operativo, sino los ciudadanos decentes que circulan por la ciudad los molestados por estos operativos, que no generan ningún resultado efectivo contra el delito.

Hasta cuándo los deltanos debemos sufrir las consecuencias de la falta de una política pública integral contra el delito, la cual incluya, no solamente el problema financiero, sino de personal especializado, dotación de la policía de unidades vehiculares que permitan un patrullaje constante por la ciudad, instrumentar una red de inteligencia policial para hacerle seguimiento a los delincuentes. Hemos sido informados de la situación precaria en la que se encuentra la policía deltana, no tiene recursos, no existen suficientes unidades de patrullaje, escaso personal especializado, jubilaciones oportunas que desmejoran el servicio, la integración sin ningún criterio profesional de nuevos agentes, nos hemos cerciorado de la cantidad de jóvenes sin formación reclutados, hecho que a la larga se contrapone con la seguridad que debe todo gobierno garantizar a la población.

Hemos observado como la señora gobernadora, Lizetta Hernández, clama por la unidad de todos los factores políticos en torno a su gestión administrativa, pero no vemos por ningún lado que mencione un plan serio para garantizar un mínimo de seguridad a los deltanos.

Señora gobernadora dedíquese a trabajar por el Delta y deje de despilfarrar los pocos recursos en VALLAS PUBLICITARIAS, que no le dejan nada al pueblo ya que los deltanos sabemos que todo esa propaganda es mentira, manipuladora, y sólo busca apabullar la gestión del Alcalde de Tucupita, quien según nuestras fuentes, está enfrentado a la señora gobernadora.

Los comerciantes de Tucupita claman por un patrullaje constante porque los delincuentes les producen perjuicios serios cuando incursionan en sus negocios y sustraen sus mercancías.