domingo, 18 de octubre de 2009

ALCALDIA DE TUCUPITA DAÑA PATRIMONIO DE LA NATURALEZA CON CONSTRUCCION DE FERIA DEL MANAMO

El pueblo pregunta: ¿por qué, tanto el señor alcalde como la gobernadora, no colocan en las vallas publicitarias el costo de la obra? En la cuarta república las vallas tenían ese dato. Cuanto cuesta esa obra, señor alcalde? o se le olvidó colocar el monto. Foto: William Díaz

Actualmente las cajas de concreto fueron pintadas con un color alusivo al partido oficialista. Foto: William Díaz


El señor alcalde de Tucupita cree que se la está comiendo. Realmente, la construcción de la llamada feria del manamo vino a romper con los criterios imperantes acerca de ese patrimonio inconcluso de los deltanos, como lo es el Paseo Malecón Manamo, construcción efectuada sin los estudios correspondientes en cuanto a urbanismo, seguridad, higiene ambiental, la adecuación de cualquier intervención con la naturaleza, y lo que se observe es una falta de visión integral entre el espacio público construido y el medio ambiente que rodea ese lugar.

Pues al parecer el señor alcalde de Tucupita olvidó, o no tuvo la asesoría correspondiente, y se avocó a la construcción de ese adefesio, que en principio tiene un buen objetivo, como sería la búsqueda de alternativas para solucionar el problema del buhonerismo en el Paseo Manamo, pero la decisión de construir esas cajas de concreto a la orilla del rio, no estuvo ajustada a criterios profesionales y es obvio que no consultaron a los expertos urbanistas y sólo han creado otro de los innumerables problemas que aquejan a los vecinos y a los deltanos en general. Además, no se consultaron los planes iniciales del proyecto Paseo Manamo, cuya idea central estaba en la creación de un paseo con un protagonista fundamental: el caño manamo.

El caño manamo es herido, una vez más, y esta vez por la acción del señor alcalde de Tucupita, al quitarle a los ciudadanos la portentosa vista del rio con esas cajas de concreto, por lo que disminuye la apreciación del panorama natural que solo el Delta ofrece para el disfrute de los deltanos y foráneos que se desplazan por ese sitio y, no olvidemos tampoco, las consecuencias que se observarán en el futuro cuando se instalen allí ventas de comida de toda clase, lo que será en detrimento del maltratado medio ambiente ya depauperado por la ineficacia de los gobiernos anteriores, y tambien para los vecinos, los cuales nunca fueron consultados por el señor alcalde, lo que nos dice que lo de "democracia protagónica y participativa" es sólo un slogan partidista.

Por otra, se desconocen las decisiones de políticas sanitarias que son inherentes a lugares de venta de comida, y sabemos el abandono en que suelen terminar estos tipos de establecimientos en Tucupita, bien sea por la falta de supervisión de las autoridades sanitarias o la inconsciencia de quienes laborarían allí, y muy especialmente, el abandono se evidenciará al momento cuando los autores de las obras terminan su período de gobierno.

Por lo tanto, instamos al señor alcalde a dejar las reglas bien establecidas en cuanto a las exigencias de higiene y salubridad, porque ellas van en beneficio de los que usarán esas instalaciones, que desde ya prevemos serán derribadas en un futuro para recobrar el proyecto original Paseo Malecón Manamo.

De modo que, nuevamente una obra pública es construida en Tucupita sin los criterios profesionales y técnicos; y es erigida sólo con la idea de propalar obras con un propósito propagandístico, pero que no son formuladas con un criterio de permanencia en el tiempo con el objetivo de llenar un vacío evidenciado en la falta de espacios públicos para el entretenimiento del pueblo.

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