El acueducto de la comunidad de la Horqueta en la Parroquia Virgen del Valle está en la ruina, miles de millones de bolívares despilfarrados por el gobierno regional y la población víctima de la ineficiencia. Foto: William Díaz.
La antigua valla publicitaria donde se informa de la rehabilitación y ampliación y mejora del acueducto de la Horqueta en la época de la ex gobernadora Santaella, hoy abandonadas y no se sabe si fueron concluidas. El CLEDA no investiga nada. Foto: William Diaz.
Las instalaciones están abandonadas, mientras la población no cuenta con el suministro de agua potable. Foto: William Díaz.
Pero muy diligentemente el alcalde de Tucupita usa las instalaciones para erigir propaganda, realmente lamentable el fracaso tanto del alcalde de Tucupita como de la gobernadora Lizeta Hernández. Foto: William Díaz.
Desde hace meses las comunidades de la Horqueta, Seiba Mocha, El Pueblito, y todas las poblaciones de ese sector del Municipio Tucupita están castigadas por el gobierno estadal, municipal y nacional debido a que no cuentan con el suministro de agua potable, vital y derecho humano fundamental, debido a la absoluta falta de compromiso de los funcionarios públicos electos para solucionar estos graves problemas.
Pasan los años, van y vienen gobernantes y los deltanos seguimos padeciendo los mismos problemas. Vemos reseñas propagandísticas en radio, prensa y televisión de supuestas obras inauguradas que sucumben a los pocos meses de mal construidas, aunque sabemos que sólo sirven de cortinas de humo y trapos calientes para engañar al pueblo deltano, porque soluciones estructurales no las vemos por ningún lado, a no ser el abultamiento de los bolsillos de unos pocos allegados al poder, que siguen amasando fortunas extraídas del presupuesto regional.
El desespero de los vecinos que mal viven en La Horqueta y zonas circunvecinas llega a tal punto que se acercaron a nosotros para que divulguemos el problema del no suministro de agua potable, y nos cuentan que no hayan que hacer; la situación es tan precaria que han recurrido a las aguas putrefactas del cañito que corre al frente de la comunidad para poder solventar los problemas de aseo personal, lavado de ropa, muchas veces han preparado sancochos con las aguas no aptas para el consumo humano y las familias warao que levantan sus ranchos a lo largo de la rivera toman el agua contaminada, con las consecuencias para la población infantil. Nos dicen que las enfermedades diarreicas han tenido una alta incidencia en los niños, jóvenes y adultos. Aunado a la reaparición de enfermedades relacionadas con el consumo de agua no potable.
Los deltanos estamos pagando los errores de elegir a ciudadanos para cargos públicos sin la suficiente experiencia, experticia y criterio profesional para abordar integralmente los crónicos problemas nunca solucionados por nadie. La cadena reiterativa de los problemas crónicos empieza a socavar la capacidad de lucha de nuestro pueblo, al que ya se le observa signos de agotamiento y cansancio por el estado de indefensión en el que está inmerso, y la impotencia al no tener a quien recurrir porque es intimidado y amedrentado por el gobierno si osa hacer algún acto de protesta, lo lleva directo al abandono de la esperanza. Oímos como un ciudadano hizo una denuncia por la falta de agua potable en un programa de radio conducido por el abogado Roger Rondón, el conductor en tono burlón le dijo al ciudadano exactamente estas palabras: “Con tanta agua alrededor y tu denunciando que no hay”, así se encuentra el pueblo del Delta Amacuro.
HASTA CUANDO PERMANECEREMOS IMPASIBLES FRENTE AL GOBIERNO DE LOS INUTILES ENCABEZADO POR LA GOBERNADORA Y LOS 4 ALCALDES DE LOS 4 MUNICIPIOS QUE EN MALA HORA FUERON ELECTOS.
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