ALCALDIA DE TUCUPITA DESALOJA Y MULTA A HUMILDE VENDEDORA, MIENTRAS EL HAMPA AZOTA A LOS DELTANOS

Momentos en que la señora vendedora es desalojada por la policía Municipal de Tucupita. Foto: William Díaz

La policía Municipal carga con la mercancía de la señora vendedora. Foto: William Díaz

Aquí se observa cuándo estan conminando a la señora a desalojar el lugar, mientras tanto muchos comercios de la ciudad colocan conos para privilegiar espacios de su uso exclusivo. Foto: William Díaz

Momentos cuando la policía municipal carga con la mercancía. La señora vendedora fue conducida a la policía Municipal y allí la multaron con BS.F. 600

Un agente policial trata de evitar que nuestro co-redactor tome la foto, lo que generó un altercado por cuanto no existe ley alguna que prohíba la toma de gráficas legales. Foto: William Díaz

Hace unos días la policía municipal de la Alcaldía de Tucupita desalojó y multó con Bs. F. 600 a una humilde y trabajadora deltana. La señora es vendedora de frutas y acostumbraba a colocarse entre la esquina de calle Tucupita y Casacoima a la altura del supermercado El Poderoso, pues de allí fue conminada a salir, y llevada a la sede de la policía municipal donde se le impuso una multa por 600 bolívares fuertes.

Ahora bien, es verdad que las calles deben estar despejadas de vendedores ambulantes, pero bien es sabido que en Tucupita, por la incapacidad de los inútiles que gobiernan, no han creado un solo empleo productivo, mucho menos piensan, se les ha escuchado por casualidad, no hemos leído en ninguna parte, etc, sobre planes y proyectos para fomentar empleos distintos a los ofertados por la Gobernación y las Alcaldías (lamentablemente ellos reparten los cargos entre familiares, allegados y amigos cómplices), incluso los inútiles están tan concentrados en buscar argumentos para justificar ante el pueblo los GRANDES Y ESTRUENDOSOS ACTOS DE CORRUPCION Y EL CLIMA DE COMPLICIDADES, que ni siquiera se han tomado la molestia de oir al presidente Chávez y, en consecuencia, rogarle que tome en cuenta al Delta en los planes de supuestas empresas creadas en ocasión de la firma de convenios con Irán, China, Rusia, Cuba, etc, etc, para que los deltanos dejen de molestarlos por un empleo. Aunque sabemos que esas empresas nunca existirán

Hace unos 8 meses oimos decir al señor alcalde Alexis González que un ¨importante inversionista instalaría un auto lavado en Tucupita¨, o el reciente anuncio de instalar una planta de llenado de gas licuado de petróleo para uso doméstico, que dudamos se criastalicen porque, por una parte, el autolavado brilla por su ausencia, y por la otra, de todo es sabido las condiciones financieras de PDVSA y sus filiales, las cuales están prácticamente en bancarrota, de caja negra pasó a caja chica del régimen, al punto que la empresa matríz solicitó a FOGADE un préstamo de US$ mil millones, es decir, sacarán los depósitos que garantizan los ahorros de los venezolanos en la banca financiera, para pagar deudas de PDVSA. De modo que esperaremos sentados hasta ver cuándo los deltanos serán beneficiados con esas iniciativas, AUNQUE COMO BIEN LO SABEMOS TODOS LOS DELTANOS, PASO UN AÑO DE GESTION Y NO VIMOS UNA CASA CONSTRUIDA, EL HOSPITAL FLOTANTE DE LIZETTA SE EVAPORO ANTES DE NACER Y EL PUENTE SOBRE EL MANAMO SERA PARA OTRA ADMINISTRACION, aunado al recrudecimiento de los graves problemas que aqueja al digno y noble pueblo.

Todo esto lo afirmamos por lo acontecido a la señora vendedora de frutas, por cuanto es menester decir que sus ingresos dependen exclusivamente del producto de las ventas, sin trabajo y sin perspectivas, cómo hará para alimentar a su familia. Esta realidad no le interesa al señor alcalde de Tucupita, sólo le interesa DEJAR EN LA BANCA HASTA FINAL DE MES EL DINERO DE LOS TRABAJADORES PARA USAR LOS INTERESES DEVENGADOS EN LA CAMPAÑA ELECTORAL QUE SE AVECINA PARA SEGUIR COMPRANDO CONCIENCIAS.

Hacemos un llamado a estos incompetentes para que se avoquen a buscar alternativas de empleos a los deltanos, y buscarle solución a aquellos que están en la economía informal para que el colectivo no se vea afectado y, al mismo tiempo, ayudar a estas personas que sólo buscan ganar su sutento del día a dia.