PLAZA DE LA MUJER EN PLENO MEDIODIA
Desde hace 2 años la Gobernación del Estado Delta Amacuro construye infructuosamente la denominada Plaza de la Mujer Deltana, obra que fue iniciada durante el último período de la ex gobernadora y continuada por la actual mandataria, Lizetta Hernández, cuyo propósito sería erigir un espacio público para honrar a las mujeres deltanas, lo que a nuestro entender sería un homenaje merecido, por ser nuestras mujeres el epicentro de la vida de nuestro pueblo, aguerridas luchadoras, con una gran capacidad para demostrar su fuerte inclinación a ser grandes emprendedoras, con un espíritu inmarcesible de lucha contínua, con desprendimiento en su conducta cotidiana, con un gran impulso para hacer grandes sacrificios a fin de impulsar el desarrollo de su familia.
Pero estos nobles propósitos se ven fuertemente disminuidos por la situación misma de la llamada Plaza de la Mujer Deltana, la cual nos lleva a afirmar que la misma carece de un mínimo criterio técnico y profesional, lo que se traduce en que ese espacio no tiene las condiciones mínimas para ser visitadas por las homenajeadas, en particular, y mucho menos por la gran mayoría de nuestro noble pueblo deltano, en general. Esto es así porque esa plaza fue “diseñada” para no ser visitada nunca, pues lo que se construye carece de una concepción urbanística que se adecúe a las condiciones climáticas del Delta Amacuro. Esa plaza es un adefesio urbanístico y se construye sin que se hayan tomado en consideración los elementos esenciales para constituirse en un espacio público dirigido a crear condiciones propicias de recreación y disfrute sano de nuestro noble pueblo deltano.
La señora gobernadora, Lizetta Hernández, decidió, no sabemos aun las razones, continuar esa plaza en las mismas definiciones, a sabiendas de lo arriba descrito, desconociendo su condición de médico (no sabemos si cursó doctorado para llamarla “doctora”), estudió en la ULA, Mérida, por lo tanto, nos negamos a creer que mientras permaneció como estudiante en esa bella ciudad andina, nunca haya visitado un parque público, una plaza al aire libre, para darse cuenta que la construcción de una plaza en algún lugar de la geografía deltaica deben considerarse ciertos elementos para el mejor disfrute de quien es el protagonista principal en cualquier gestión de gobierno: el pueblo deltano. EN CAMBIO COLOCO UNA VALLA PUBLICITARIA para que se supiera que bajo su gobierno se construye esa plaza, hecho que evidencia un cinismo de parte de esa señora, no toma en cuenta la opinión de los deltanos, que señalan jocosamente la ubicación de la plaza cerca del Seguro Social para trasladar rápidamente a los que cometan la insensatez de sentarse allí en horas del día por la insolación o la deshidratación que sufrirían.
Los deltanos merecemos espacios públicos de esa calidad, sin ningún valor urbanístico o histórico? Estamos condenados los deltanos a recibir “obritas”, que no representan nada en ninguna parte, espacios que no tienen valor para ser promovidas en el mundo, a pesar de nuestras bellezas naturales, para que propios y extraños se sientan engalanados con su visita. No, los deltanos, al parecer, no merecemos obras que realmente tengan valor cultural, histórico, social, etc, porque lamentablemente, los chavecistas en el gobierno tienen una reducida mentalidad partidista, evidenciado en el escaso nivel cultural mostrado.
Pero estos nobles propósitos se ven fuertemente disminuidos por la situación misma de la llamada Plaza de la Mujer Deltana, la cual nos lleva a afirmar que la misma carece de un mínimo criterio técnico y profesional, lo que se traduce en que ese espacio no tiene las condiciones mínimas para ser visitadas por las homenajeadas, en particular, y mucho menos por la gran mayoría de nuestro noble pueblo deltano, en general. Esto es así porque esa plaza fue “diseñada” para no ser visitada nunca, pues lo que se construye carece de una concepción urbanística que se adecúe a las condiciones climáticas del Delta Amacuro. Esa plaza es un adefesio urbanístico y se construye sin que se hayan tomado en consideración los elementos esenciales para constituirse en un espacio público dirigido a crear condiciones propicias de recreación y disfrute sano de nuestro noble pueblo deltano.
La señora gobernadora, Lizetta Hernández, decidió, no sabemos aun las razones, continuar esa plaza en las mismas definiciones, a sabiendas de lo arriba descrito, desconociendo su condición de médico (no sabemos si cursó doctorado para llamarla “doctora”), estudió en la ULA, Mérida, por lo tanto, nos negamos a creer que mientras permaneció como estudiante en esa bella ciudad andina, nunca haya visitado un parque público, una plaza al aire libre, para darse cuenta que la construcción de una plaza en algún lugar de la geografía deltaica deben considerarse ciertos elementos para el mejor disfrute de quien es el protagonista principal en cualquier gestión de gobierno: el pueblo deltano. EN CAMBIO COLOCO UNA VALLA PUBLICITARIA para que se supiera que bajo su gobierno se construye esa plaza, hecho que evidencia un cinismo de parte de esa señora, no toma en cuenta la opinión de los deltanos, que señalan jocosamente la ubicación de la plaza cerca del Seguro Social para trasladar rápidamente a los que cometan la insensatez de sentarse allí en horas del día por la insolación o la deshidratación que sufrirían.
Los deltanos merecemos espacios públicos de esa calidad, sin ningún valor urbanístico o histórico? Estamos condenados los deltanos a recibir “obritas”, que no representan nada en ninguna parte, espacios que no tienen valor para ser promovidas en el mundo, a pesar de nuestras bellezas naturales, para que propios y extraños se sientan engalanados con su visita. No, los deltanos, al parecer, no merecemos obras que realmente tengan valor cultural, histórico, social, etc, porque lamentablemente, los chavecistas en el gobierno tienen una reducida mentalidad partidista, evidenciado en el escaso nivel cultural mostrado.
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