HUMILDES MICRO Y PEQUEÑOS COMERCIANTES EN TUCUPITA ESTAN SIENDO EXPOLIADOS POR BANDAS DE PRESTAMISTAS COLOMBIANAS

De la experiencia de este humilde micro comerciante ubicado en el mini terminal, determinamos que Tucupita y el Delta Amacuro en eneral está plagada de bandas de prestamistas colombianas que expolian a sus ingenuas víctimas, las autoridades policiales y judiciales deben emprender las investigaciones pertinentes. Foto: WILLIAM DIAZ

Hemos recibido una denuncia que por su gravedad y debido a que en la misma situación se encuentra una gran cantidad de afectados, todos deltanos de origen muy humildes, hemos decidido publicarla en este portal de problemas de nuestro noble y digno pueblo.

Todos sabemos la situación de pobreza y de dependencia de gran parte de nuestro pueblo, lo que no obsta para que dada la situación económica muchos emprenden actividades que le permita sobrevivir ante las innumerables carencias que crónicamente padecen los deltanos, lo que lleva a muchos a caer en manos de personajes inescrupulosos, delincuentes bien vestidos con malas mañas traídas de otras tierras, con aparente aire de buenos samaritanos, cuando en realidad son vampiros que obtienen sangre de la ingenuidad del ciudadano y cual usureros, estafan a los incautos para quitarles lo poco que pueden obtener en su día a día como micro comerciantes y, al mismo tiempo, los hacen esclavos de deudas cíclicas sin fin, a pesar de que todos los días deben honrarlas, según el cronograma de pago impuesto bajo la figura de “crédito rápido”, lo cual resulta en casos de micro y pequeños comerciantes enredados con mafias colombianas, ignorados por las autoridades policiales deltanas, y a las cuales llamamos para que, a través de la Fiscalía se emprendan acciones judiciales contra esas mafias colombianas en el Delta.

El caso del ciudadano CLAUDIO HERMOGENES ALFONZO GUEVARA, cédula venezolana nro 10.571.206, deltano, residenciado en el barrio 19 de abril, quien tiene un humilde puesto de venta de artículos diversos, decimos diversos por describir los limitados artículos que exhibe, pero en realidad es un humilde micro comerciante que busca desesperadamente emprender una actividad que le permita un ingreso para, junto al inconstante ingreso de su esposa que trabaja como “rotativa” en la Alcaldía de Tucupita, sabemos las condiciones de esos trabajadores, darle alimento, educación, vestido, etc a sus niños y adolescentes. Dado este cuadro de necesidades, la mafia de colombianos se les acerca para ofrecerles una especie de “CREDITO RAPIDO”, rápido querrá decir porque no hay papeleo alguno, PERO CON UNA TASA DE INTERES DE 20%, PAGADERO EN UN MES TANTO EL CAPITAL COMO LOS INTERESES, LO CUAL YA CONFIGURA UN DELITO EN LA LEGISLACION VENEZOLANA TIPIFICADO COMO “USURA” EN EL CODIGO PENAL.

El ciudadano antes mencionado nos informó que el supuesto prestamista es un ciudadano de nacionalidad colombiana, de cuyo nombre presuntamente sería JOSE MORA, no se sabe donde reside, si ostenta la nacionalidad venezolana, es decir no se sabe ABSOLUTAMENTE nada más acerca de supuesto JOSE MORA, porque sólo les entrega un talonario donde se asientan los pagos que estos comerciantes están obligados a hacer diariamente, es decir, no extiende recibos alguno donde constan los pagos, no existe una empresa constituida legalmente, no hay dirección conocida, no hay RIF, no existen registros de ningún tipo, elementos que ya prefigura de que estamos ante una mafia organizada para prometer una “ayuda” que se convierte en un clamor para quien caiga esas redes criminales, todo ante la mirada indiferente de las autoridades y complicidades de muchos funcionarios públicos.
El delito del prestamista está en los hechos narrados por el micro comerciante: el señor fue visitado hace tres años por el supuesto colombiano para ofrecerle un “crédito fácil” de 3000 bsf, a una tasa de interés de 20%, pagadero a 24 días, por lo que el supuesto beneficiario debe cancelar diariamente 150 bsf, (125 bsf de capital y 25 de interés); al transcurrir los 24 días debió cancelar la deuda principal más los intereses, pero al final de los 24 días el micro comerciante termina sin mercancía y sin capital para seguir trabajando, porque ha estado cancelándole al prestamista el capital más los intereses, es decir, ha estado trabajando para el presunto prestamista, y al final de mes está arruinado porque se quedó sin mercancía y sin ganancia, hecho que el prestamista sabe y vuelve a ofrecer los mismos 3000 bsf. bajo la figura de “crédito fácil”, y así sucesivamente en un supuesto crédito que sólo beneficia al supuesto prestamista y constituye la ruina para el comerciante porque se convierte en que su trabajo no es para su familia sino para los colombianos que en toda TODA TUCUPITA tienen el mismo modus operandi, y quien no paga en la visita es sometido a presiones, vejámenes, amenazas, e incluso la violencia, por lo que hacemos un llamado A LAS AUTORIDADES VENEZOLANAS A EMPRENDER LAS INVESTIGACIONES DEL CASO DEBIDO A QUE MUCHAS HUMILDES FAMILIAS ESTAN SIENDO ENAÑADAS POR ESTOS AVILES DE LA RIQUEZA FACIL, hecho que se evidencia en los modos de vida que hemos podido palpar en nuestra pequeña investigación de observación de estos colombianos, quienes presuntamente son propietarios de vehículos de lujos donde se conducen para ejercer los cobros compulsivos a los deltanos.