sábado, 24 de abril de 2010

ALCALDIA DE TUCUPITA EN FLAGRANCIA POR VIOLACION DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS LLAMADOS "ROTATIVOS"

El jueves pasado hubo una protesta pacífica de los trabajadores de la Alcaldía de Tucupita frente a la Inspectoría del Trabajo. El alcalde Alexis González no asistió a las audiencias en la Inspectoría Laboral a pesar de que ya esté el pliego conflictivo en manos de esa instancia. Foto: William Díaz
Esta esra una de las pancartas que mostraban los trabajadores de la Alcaldía, denunciaban la pretensión del gobierno de eliminar las Alcaldías y las Gobernaciones para crear comunas. Foto: William Díaz.
Fíjense amigos lectores como el pueblo deltano comienza a perder el miedo frente a las amenazas y las intimidaciones del señor alcalde de Tucupita. Foto: William Díaz
La protesta en pleno desarrollo de los trabajadores de la Alcaldía de Tucupita, institución que por la inexperiencia del señor alcalde la ha endeudado masivamente. Foto: William Díaz
Por qué el señor alcalde ha desistido de acudir a las audiencias de conciliación ante la Inspectoría del Trabajo, es una oportunidad de negociar con los trabajadores. Foto: William Díaz



Desde hace un tiempo los autores de este portal hemos venido trabajando en una línea de investigación donde los mal llamados "rotativos" de la Alcaldía de Tucupita, y por ende, los otros que integran la plantilla de las restantes Alcaldías del estado Delta Amacuro, son el principal objeto de un estudio que adelantamos actualmente. Pero nos permitimos emitir opinión debido a ciertos hechos que preferimos no comentar para evitar alertar a los involucrados de mayor responsabilidad.

Como bien saben los lectores de este portal, los rotativos son los difuntos sin dolientes de la Alcaldía, son personas extremadamente humildes cuyo único sustento es la miseria que devengan semanalmente y, como se evidencia, vendrían a ser algo así como ciudadanos de quinta clase, sin ningún tipo de derechos. Para los extremadamente humildes "rotativos" no existe Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Trabajo es un espejismo, las normas de la LOPCYMAT no cuentan para ellos, es decir, el entramado jurídico del derecho interno venezolano y de protección de los derechos humanos concertados en el marco multilateral simplemente es ignorado por las autoridades municipales, estadales y nacionales. Nadie da medio por los humildes rotativos de la Alcaldía, nadie opina nada, los medios de comunicación regionales callan frente a esta GRAVE VIOLACION DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Fíjense en estos datos: de los 140 días prometidos de pago de aguinaldos 2009, sólo les cancelaron 60 días, no les pagan vacaciones, a pesar de que cada vez que por cansancio extremo deciden disfrutarlas les exigen firmar recibos que ellos no entienden, como requisito para gozar del beneficio. vacacional, recibos que nos gustaría saber que significan porque si no les cancelan las vacaciones entonces por qué deben firmar recibo alguno. Muchos de ellos tienen 17, 15, 10, 5, y menos años y nunca han disfrutado de ningún beneficio estipulado en las leyes venezolanas, de modo que este es un grave problema que viene de otras administraciones y continúan exactamente igual en las gestiones siguientes.

Luego de muchos años de arduo trabajo, los rotativos son jubilados, vean las corruptas contradicciones, pero no les pagan nunca prestaciones sociales, a pesar de que firman los documentos que presuntamente los legaliza como jubilados. Cada rotativo devenga un sueldo de Bs. F. 270 semanal, salario mínimo, otra disposición legal, pero por razones administrativas de dudosa legalidad no les reconocen nada al final de la relación laboral, trabajan 8 horas al día y son asignados en los puntos de trabajo por la Alcaldía. CARECEN DE UNIFORME, TRABAJAN SIN GUANTES, SIN MASCARILLAS, NO CUMPLEN CON LAS NORMAS ESTABLECIDAS EN LA LOPCYMAT, y los pobres seres están expuestos a cualquier tipo de enfermedad debido a que el tipo de labor que desarrollan los relaciona con los desechos de la ciudadanía.

Por otra parte, actualmente tienen 4 semanas sin devengar sus salarios semanales, y así los tienen, les pagan dos y les adeudan dos o tres semanas, pero nadie sabe que hacen con el presupuesto. Nos informaron que son 600 las personas en estas condiciones y, para que ustedes tengan una idea de lo desasistido que se encuentran, les echo el cuento que recientemente un trabajador fue atropellado en la vía pública mientras laboraba y la Alcaldía no movió un dedo para ayudarlo, por lo que si no hubiera sido por las contribuciones logradas entre sus compañeros, estuviera bajo tierra.

Este problema de violación de derechos laborales en particular, y de violación de derechos humanos en general, nos hace ser suspicaz y en ese sentido emitimos una hipótesis de trabajo que estamos en vía de demostración: Las condicones de estos rotativos y su ambigua vinculación laboral con la alcaldía, es una deliberada práctica para evadir recursos destinados a otros fines, por lo que la reponsabilidad viene desde otras administraciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tormenta Tropical SANTA. ELLA amenaza con no alejarse por el momento de territorio deltano.
Esta tormenta tropical, venida desde las propias entrañas del Estado Delta Amacuro, ha dejado a su paso por nuestros diferentes Municipios, la estela de la desidia, dejadez e inoperancia y como valor agregado el temor, el sometimiento y la descarga de la responsabilidad en el pueblo. Aquel que por ignorancia, apatía o intereses mezquinos, se hacen cómplices y a la vez tontos útiles y necesarios.
Basta con dar una mirada a todos los sectores de cada municipio del Estado, para percatarse de las secuelas dejadas por la tormenta tropical SANTA. Ella se puede comparar con los catastróficos efectos que produce el ataque permanente de un ejército agresor sobre cualquier pueblo desarmado en el mundo.
A través de estas humildes líneas, enviamos un llamado de socorro(S.O.S), a todas las instituciones del Estado Venezolano, para que decreten el estado de emergencia en el Estado Delta Amacuro, y asignen una comisión permanente que evalué los daños causados y fije las estrategias para la reconstrucción moral, física y geográfica, tanto del pueblo como de los territorios afectados.