viernes, 9 de marzo de 2012

ANUNCIO DE CONSTRUCCION DE 500 CASAS "URUGUAYAS" DEMUESTRA IMPROVISACION Y DESESPERACION DEL GOBIERNO DELTANO

El anuncio de construcción de 500 casas "uruguayas", definitivamente evidencia el desespero y la improvisación del gobierno de Lizeta Hernández en el Delta Amacuro. Scanner: WILLIAM DIAZ, Material cortesía Notidiario.


El pueblo deltano desesperado clama por la solución de los problemas de vivienda en el Delta. Foto: WILLIAM DIAZ, Material cortesía Notidiario.

El pasado 8 de febrero en la sección Información, página 16, el diario Notidiario que circula en el Delta Amacuro, informó a través de una nota de prensa emanada de la Gobernación (Prensa Gobernación/NAM/Fotos: FCL), que se “proyectan construir 500 casas uruguayas en el Delta antes de julio”, y dan cuenta de la visita del Coordinador Interinstitucional del Plan de Vivienda Uruguay-Venezuela, para “afinar detalles de las 800 casas pertenecientes a este convenio en el marco de la sustitución de ranchos por viviendas en 4 municipios del estado”, y también se informó del recorrido que efectuó este Coordinador interinstitucional para “ver cuáles son los problemas por lo que se han paralizado las viviendas y tratar de solucionar y seguir reactivando los trabajaos en un cronograma establecido.

Aparte de aclarar el supuesto acuerdo entre la Gobernación del Delta Amacuro y la empresa UMISSA, en el cual se proyectaría la construcción de 500 casas antes de julio, la gobernadora deltana aclaró que el retraso de las obras se debía a las lluvias, y en el mismo reportaje la ciudadana gobernadora dijo “que con la llegada de la revolución y el despertar del pueblo se han construido más de 12 mil viviendas en 13 años de revolución en el Delta.

Debemos aclarar que no nos oponemos a la construcción de las viviendas prefabricadas de las llamadas “uruguayas”, cuando sabemos que una inmensa cantidad de deltanos viven en condiciones infrahumanas, hacinados en ranchos en gran parte de la geografía deltana, situación que viene desde hace muchos años, y cuyos responsables fueron los gobiernos que antecedieron a la actual gestión de la ciudadana Lizeta Hernández, pero profundizadas en las últimos 3 años, debido a la imprevisión estadal de los planes gubernamentales, ausencia de planes efectivos de construcción de viviendas con la participación del sector público y privado, aunado a los problemas que las políticas gubernamentales del gobierno central ha contribuido a agravar, cuando retomó el control de Sidor, la expropiación de cementaras, generando escasez de materiales de construcción, y en fin desestimulando en todos los ámbitos de la construcción que incide negativamente en un área vital para mejorar las condiciones de la población.

El anuncio de construcción de las 500 casas uruguayas antes de julio, en principio se ve como una propuesta de corto plazo para paliar la situación de pobreza de miles de deltanos, y la política gubernamental podría interpretarse de esa manera, pero viendo las circunstancias de rotundo fracaso del presidente Chávez y sus adláteres regionales, sumados los gobiernos de Yelitze Santaella y la actual gestión, adicionalmente dentro de un escenario de pérdida de las elecciones presidenciales y las consecuencias que inevitablemente tendría en los gobiernos regionales, visto las elecciones de octubre y diciembre de 2012, este anuncio no es más que una salida desesperada y asustadiza del gobierno para intentar manipular a los deltanos, con la promesa de construcción de las 500 casas antes de julio, no importando que en tal anuncio esté revestido de las más grande improvisación nunca antes vista en el Delta y evidencia la falta de políticas públicas en materia de construcción urbana y de construcción de viviendas.

Asumir la estrategia de construcción de 500 casas uruguayas antes de julio de 2012, promesa que no cumplirán porque la primera característica del gobierno es su absoluta ineficiencia, ese anuncio implica una falta de visión totalizadora de la Tucupita que queremos, pues se estaría apuntando hacia un criterio netamente de construcción forzosa de viviendas sin tomar en cuenta que la calidad de vida de la población incluye una visión integral de la localización de la población en espacios territoriales.

Dónde están los planes de construcción de red de aguas servidas, de campos deportivos, plazas públicas, escuelas, nuevos centros de salud, dónde están los planes de suministro de agua potable, alumbrado público, infraestructura vial, vigilancia policial, de aceras, redes eléctricas, de comunicaciones, etc.Construir por construir puede incidir en la desmejora de la calidad de vida de los nuevos ocupantes y de los que ya se encuentran residenciados en esos espacios, porque estaríamos frente a una sobrecarga en las redes de servicios públicos, es necesario una política regional de construcción de viviendas en la que se fije metas a corto, mediano y largo plazo e involucre a todos los sectores del Delta Amacuro, con una visión integral que garantice que donde se vaya a construir viviendas, así sean las uruguayas, haya acceso a los servicios básicos, vialidad, transporte y la existencia de fuentes de empleo y educación, y los actuales desarrollo distan de este criterio, lo que en un futuro cercana se constituirá en un problema de gravísimas consecuencias.

El anuncio de las 500 casas uruguayas antes de julio de este año es una visión cuantitativa que criticamos en el pasado y lo seguimos criticando, y el gobierno de Lizeta Hernández retoma el criterio sólo por evitarle al mandamás de Miraflores un revés electoral en el Delta y constituya la plataforma, entre otras, para que no ocurra un cambio de gobierno en el Delta, objetivos imposibles de alcanzar vista la opinión mayoritaria de los deltanos de no continuar con el gobierno de la actual mandataria.

A modo de conclusión, este demagógico anuncio de la gobernadora Lizeta Hernández la archivaremos en nuestro record de anuncios públicos que no llegan a nada en el Delta, y los que son cristalizados, producen elevados niveles de pobreza, desigualdad, exclusión; no basta el acceso a la vivienda porque junto a la dotación de casas, hay un sin números de actividades que se deben emprender y realizar si es cierto que la intención es real, para que el pueblo del Delta Amacuro adquiera mejores condiciones para su inserción en el desarrollo que merece, y por décadas le han negado, independientemente de la propaganda roja rojita.

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